Desde hace muchos años se lleva esto del turismo rural, ahora bien, el concepto ha cambiado. Yo siempre que decía que me iba a una casa rural, mis padres me decían que si iba a una casa de pueblo sin luz, agua y comiendo del huerto y de las gallinas. Ahora esto ha cambiado mucho. Y no es así, Ahora irse de turismo rural es ir a conocer nuevas experiencias, a conocer lugares con mucho encanto. A disfrutar de la naturaleza. Y esto se puede hacer gracias a que son muchas las provincias, sobre todo las de interior que han apostado por el turismo rural.
Bufones de Prías
Los bufones son fenómenos naturales originados por el efecto de la erosión del mar y la lluvia en la roca caliza, dando lugar a grietas y chimeneas que conectan el mar con la tierra. El golpe del oleaje en calma contra los acantilados provoca la expulsión del aire comprimido en las galerías, sin embargo, en días de fuerte marejada aire y agua escapan al exterior a gran presión con chorros de agua que alcanzan gran altura. Los más conocidos en Asturias son los Bufones de Pría, en la localidad de Llanes. Allí se debe dejar el coche y seguir caminando por los impresionantes acantilados que veremos en frente. En los días que la mar está agitada el espectáculo es sorprendente, es un lugar fantástico, las vistas desde sus acantilados merecen el viaje y si la marea es alta el espectáculo es inimaginable. Hay una ruta de los bufones, con inicio y fin en Llames, de dificultad baja y una duración de unas cuatro horas aproximadamente que merece la pena hacer para disfrutar de su belleza.
En mi caso es uno de mis favoritos. En esta ruta puedes encontrar muchas casas rurales para poder pasar unos días de lujo. En Rural Zoom encontré El Jardín de la Abuela, situada en el Pueblo de Buelles en el límite entre Asturias y Cantabria, muy próxima a la costa (8 km) y al Parque Nacional de Picos de Europa. En un pueblo donde la tranquilidad está asegurada y muy próxima a lugares de interés como: Llanes, Arenas de Cabrales, Potes o la mítica San Vicente.
Era una Casa totalmente rehabilitada en 2004 y tiene dos plantas, en la planta baja tiene el salón, la cocina y un aseo. En la primera planta, dos habitaciones, cada una con su cuarto de baño con una amplia ducha de un metro cuadrado. La cocina dispone de vitrocerámica, horno, microondas, nevera y todo tipo de pequeños electrodomésticos. Tiene calefacción, lavadora y lencería completa, lo que nos dio la vida. Pero me quedo con un jardín de unos 200 metros cuadrados cerrado con muro de piedra, con excelentes vistas en las que disfrutamos de unas buenas barbacoas en familia.
Sierra Nevada
El Parque Natural de Sierra Nevada es ideal para hacer escapadas rurales. Anfibios, reptiles, mamíferos , aves y una rica entomofauna (80 endemismos exclusivos), conforman la fauna de Sierra Nevada, especialmente ligada a los hábitats de la alta montaña. La cabra montés, habitual de las altas cumbres, es la especie más característica del parque. El Parque Nacional de Sierra Nevada viene a sumarse a la Red de Parques Nacionales (Ley 3/99, de 11 de enero de 1999), alcanzándose la cifra de 12 parques.
Con ello, Sierra Nevada incorpora a la Red de Parques Nacionales los ecosistemas de alta montaña mediterránea, que hasta el momento no estaban representados. La declaración del Parque Nacional de Sierra Nevada es, por tanto, la primera que se produce por las Cortes Generales tras la modificación de la Ley 4/89, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre, por la Ley 41/97.
Mirador de Segura de Toro
La localidad cacereña de Segura de Toro cuenta ya con un nuevo mirador situado en un lugar privilegiado para admirar el patrimonio natural de la comarca del Valle del Ambroz, que cuenta ya con una red de miradores ubicados en diferentes municipios como reclamo turístico, que han sido construidos a través de planes de inversión de la Diputación de Cáceres.
Así, se puede disfrutar de una estupenda vista al horizonte desde el mirador del canchal de la cigüeña. Situado en el comienzo de la sierra es una parada obligatoria a la vuelta de hacer los castaños del Temblar o simplemente ir a relajarse allí dando un paseo. Merece la pena tomarse unos minutos de contemplación en cualquier momento del día, aunque en el atardecer es magia.