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Cómo ha cambiado el interiorismo de lujo: ni te lo vas a creer

Todo en esta vida ha cambiado. Algunas cosas van muy deprisa. Y lo que pensamos que hoy es lo más moderno al día siguiente resulta que ya eres una imagen de la serie Cuéntame Cómo Pasó. Está claro que es renovarse o morir. Puedes no hacerlo, pero seguro que te vas a quedar en el furgón de cola.

Hay situaciones que han cambiado mucho, y una de la que más me llama la atención es la del diseño de lujo. En este caso, estos cambios han sido para mejor. Mi manera de entender el lujo ha cambiado mucho en tan pocos años. Durante mucho tiempo, siempre había pensado que el interiorismo de lujo estaba asociado con grandes superficies brillantes, materiales exóticos y detalles ostentosos. Pero no es así.

Hoy, sin embargo, cuando veo como los profesionales diseñan una cocina o un baño de alta gama, lo que realmente buscan es otra cosa. ¿Cuál? Pues como nos indica desde el estudio de  Sebastián Bayona es “la búsqueda permanente de la armonía entre los elementos que componen una vivienda”, ese el objetivo máximo de los interioristas actuales: “Convertir cada vivienda en un hogar único nos apasiona”, señala uno de los más reconocidos diseñadores de España y que cuenta con experiencia en el extranjero.

Experiencia

Si hay una palabra que ahora mismo se asocia al lujo esa es la de experiencia. No solo en el diseño de viviendas, sino en todo. Si vas a un restaurante de varias estrellas michelín lo que quieres es que te vendan una experiencia. Si haces un viaje exótico, ya no quieres visitar cosas, ahora lo que quieres es una experiencia. Pues con el diseño de lujo ocurre lo mismo.

Antes, el lujo era sinónimo de mostrar. Por ejemplo, nos conformábamos con una encimera de mármol importado, un grifo bañado en oro, un jacuzzi enorme. Hoy, el lujo se vive más que se muestra. Los materiales siguen siendo nobles, sí, pero ahora se da más importancia a su procedencia, a su tacto, incluso también a otra palabra que está hasta en la sopa, como es la de sostenibilidad.

El mármol sigue presente, pero combinado con maderas certificadas, cementos pulidos y acabados mate que invitan a ser tocados. Es decir, que cuando diseñas tu casa quieres vivir otra experiencia.

Y con uno de los lugares más emblemáticos de la casa ocurre lo mismo. La cocina de lujo ya no es solo un lugar para cocinar. Es un punto de encuentro de todas las personas de la casa, es un taller creativo, una extensión de la personalidad del hogar. Supongo que aquí también tiene la culpa los muchos programas de cocina que han invadido la parrilla televisiva, o a ese famoso Bertín Osborne haciendo vida con sus amigos en la cocina.

Ahora mismo, lo que antes era un montón de electrodomésticos de alta gama y superficies impecables, hoy se transforma en un espacio cálido, fluido, silencioso en su diseño. Los profesionales de Sebastián Bayona nos ponen un ejemplo. “Ahora se utiliza materiales de última generación, preparados para resistir el avatar diario al que son sometidos. Encimeras de gres porcelánico, inducción invisible de Cooking Surface,  mobiliario de la marca Rekker con más de 30 modelos diferentes de puertas, herrajes de la máxima calidad Blum, electrodomésticos de las mejores marcas, Signature, Barazza, Smeg, Liebherr, Plados, Novy, Frecan, Blanco…

El baño

El baño es quizás donde más he sentido esta transformación en los últimos años. Antes era un espacio funcional con toques lujosos, como una ducha de hidromasaje o un lavabo de diseño. Hoy, se diseñan baños que parecen pequeñas spas. Ahora mismo se busca la luz natural, materiales cálidos, duchas tipo lluvia, bañeras exentas, esencias, sonido integrado, e incluso control de temperatura y humedad. “Nuestro enfoque se basa en crear baños que sean estéticamente atractivos y al mismo tiempo prácticos y cómodos de usar”, explica Bayona.

Ya has visto que el interiorismo de lujo ha cogido velocidad de crucero. Ya no se trata de impresionar, sino de vivir una experiencia. No es solo estética, sino ética, funcionalidad y emoción. Hoy, cuando veo cómo se diseña un baño o una cocina, no imagino una postal perfecta, sino un lugar que invite a quedarse, a vivirlo, a sentirse mejor en él. Es decir, a vivir esa famosa experiencia de la que te he hablado en todo el artículo.

El verdadero lujo no está en el precio del material, sino en lo que ese espacio te hace sentir. Que lo sepas.

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